Finalmente me fui con Ju para Maldonado, fuimos directamente a Mautone a
ver a Jota. Estuvimos casi toda la tarde, y finalmente se quedó mi madre y
nosotros fuimos a darnos un baño a Pinares. Me quedé un buen rato metida en al
agua, flotando, sumergiéndome, dejándome llevar y traer por las olas. Las olas
eran suaves y hamacaban; esa playa –que es la que más me gusta- es profunda y
de arena gruesa, así que es raro que el agua se enturbie; estaba transparente y
salada, fresca.
Cenamos con Mam. Llevé flores de zapallo. La noche estuvo agradable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario