Pinté todo el día, hablé con Sofi, se va para Colonia –parece
que se va para Colonia. Le va a hacer bien encontrarse con amigos que hablen su
idioma, creo que eso es lo que le hace falta.
Bueno, pinté todo el día, terrible paz en casa. A eso de
las 7 p.m. sonó el timbre y llegaron Jota y Fede, justo en el momento en que Ju
salía para la clase de navegación en el Yacht, y me dijo que lo habían llamado
para decirle que Elena (recién llegada del Caribe) y Juan, y Cori, venían para
casa con Ro. Me senté con ellos en el estar. Llamé a Ele y me dijo que fuéramos
a lo de Juan que nos esperaban allí, que no, que no venían para casa, que Cori
iba a lo de Juan y que ella se iba al día siguiente a Maldonado. Mientras tanto,
Jota y Fede fumaron, así que abrí las ventanas y me congelé. Les hice té y
café. Me sumergí en el caos, de cierta forma contenta porque me encanta mi
familia y me divierte y me gusta que vengan a casa, pero algo desubicada por el
cambio de la situación. Ellos estaban esperando a Martín y Vane que venían a
Montevideo con Pili, y no entendí mucho porque los datos nunca fueron concretos,
la confusión al comunicar datos es algo típico en mi familia, y no preguntar
para aclarar las cosas también. Lo que supe era que habían salido de Mercedes muy
tarde porque Martín había perdido las llaves del auto. Finalmente llegaron y el
caos se acrecentó, de la paz solitaria pasé a tener a 2 adultos, 2 veinteañeros
padre y madre de la niña de un año y otro en la panza, la niña de un año –divina-
en los brazos, una delicia, y las perras alborotadas. Fede nos mostró ejemplos
de la casa que se va a hacer en la chacra, está super entusiasmado, y me
encantó. Bueno, se fueron y Ju y yo nos fuimos a lo de Juan, y Ale se fue con
Martín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario