Y ya estamos en octubre y en poco rato noviembre, y pasó
otro año.
Desayunamos, y después llevé a Lautaro a su jardín –viene
una vez por semana a un jardín en Montevideo donde hace un taller de música.
Fuimos caminando, pasé por lo de Mary a probarme un pantalón, volví a casa,
levanté a Aratí y fui a correr a la rambla. Estaba frío, con niebla y viento.
Húmedo. En realidad me encantan los días de niebla, pero para mirarlos, no para
estar corriendo en la Rambla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario