De mañana cociné una tarta para la noche. Ju fue al super
y trajo todo lo que faltaba.
Estoy trabajando mucho y siempre encuentro una montaña de
cosas para lavar. Como me molesta ir a desayunar y que esté todo desordenado,
que haya platos o vasos o migas en la mesa, entes de hacer nada limpio. No me
da pereza, es espontáneo. Y me gusta cocinar, pero esto empezó a superarme: después
lavar lo que se ensucia cocinando, y lavar los platos y colgar la ropa. Me harta
todo esto. En casa se nota más porque Sofi colaboraba con todo. Y los hombres no dejan de asombrme, porque
probé a no calentarme y dejar todo sin lavar para ver las reacciones. Ninguna. Se
fueron amontonando cacerolas, asaderas, platos. Dejé los pisos sucios, sin
barrer. Lo único que limpié fue el baño porque no me da para tanto. Y mi
taller. Finalmente, tuve que calentarme para que se dieran cuenta de que así no
funciona la cosa ni la casa. De noche dije que no cocinaba más, que comieran lo
que pudieran. Y que lavaran los platos y todo lo que ensuciaran. Y que usaran jabón, nada de pasar vasos por debajo
del agua. No entiendo, no les molesta que todo esté sucio y revuelto.
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