28 de julio 2012, sábado.

Volví del EAC caminando, estaba soleado, no hacía frío. Ya se nota que los días son más largos.

27 de julio 2012, viernes.

Me despertó el teléfono con un mensaje de Sofía: skipe!  Me levanté y encendí la compu, chateamos pero no pudimos hablar, el programa que tenía estaba en alemán y no tenía español, así que no entendía nada.  No sabía su número de celular así que no pude llamarla por tel. Snif.

26 de julio 2012, jueves. Cuarto Creciente.

Saqué a pasear a las perras. Hace frío, pero caminando no se nota. Cuando volví a casa instalé todo y pude dibujar, y terminé el retrato de Cori. De dibujarlo, claro, ahora me falta pintarlo. Me voy a poner en serio, muchas horas por día, tengo muchas ganas de ver todos los retratos terminados. 

Quiero preguntarle a Sofi cómo es el cielo de Munich. 

25 de julio, miércoles.

Me olvidé de que Belcha se iba para Rivera. Estuve trabajando en el taller, con mi retrato, pero no pude dibujar. Problemas técnicos. Mañana. Sofi me mandó un mensaje, está en Munich, super feliz. Yo también, entonces. Joia. Tenemos 5 horas de diferencia, si quiero hablar con ella tiene que ser antes de las 6 o 7 de la tarde. Creo que allá se van a dormir temprano. No sé.

24 de julio 2012, martes.

Buen viaje, Sofi!

A las 2 y media me despertaron, me costó un poco volver a la realidad, por supuesto que soñaba, y el sueño era intenso, pero no puedo recordarlo. Ni siquiera en ese momento, escuchaba muchos ruidos y las charlas de los que estaban a mi alrededor, imposible concentrarse en el sueño cuando además empecé a pensar que tenía, que debía despertarme, que iba a tener que manejar hasta el aeropuerto a llevar a Sofi, pese a que intentaba por otro lado volver al sueño.

Finalmente fuimos al aeropuerto, Sofi hizo sus chequeos y embarcó. Chuik. Chuik. Chuik. Buen viaje. Te quiero, te voy a extrañar. Que estés bien. Cuidate. Volví manejando a lo de Corina con la sensación de tener algo desvastado.  Desde la ventana del fondo de lo de Cori miré hacia el aeropuerto, quería ver la luz del avión alejarse hacia el horizonte. Estuve diez minutos mirando, seguramente se fue antes de que yo llegara a la ventana. Me acosté y dormí dos horas, volví a casa con Inés.

Pasé el resto del día perdida, con frío.