Fui a sacar la cédula de identidad con la
hora que me dieron ayer, esta vez el trámite fue ágil. Salí con cara de
enojada, aunque no estaba enojada. Cuando estoy seria tengo una horrible cara
de enojada, yo no hablaría conmigo.
Cambiaron la hora de la reunión con María B
para las 2. Estuvimos todos ahí, estuvo bien, clara, concisa. Volví a casa,
porque había quedado con Cecilia en encontrarnos a las 4, para ayudarla en la
edición de un video. Yo todavía estaba con problemas sin solucionar, tenía que
instalar el Premiere y otros programas más, y estaba demorando bastante.
Cecilia necesitaba el video antes del 2 de abril, y yo no sabía si iba a poder
terminarlo, ella no encontraba los archivos en el disco externo, y el que tenía
en el DVD no era el que quería editar. Lo único que tenía era un miniDV, pero
yo no tengo la filmadora para bajarlo y tampoco me iba a dar el tiempo de
conseguir cómo hacerlo, además de tener que usar un Premiere al que no estaba
acostumbrada, ya que el mío era una versión más vieja que éste. Yo el jueves me
voy a Buenos Aires a la inauguración de FLAVIA, Festival Latinoamericano de
Videoarte de Buenos Aires, ya tengo los pasajes, vuelvo el sábado y el domingo
me voy a la chacra. Así que hablamos con Diego, que es un amor y le dijo que él
la ayudaba. Creo que es mejor, va a salir todo bien.
Después vino Vero, con Anabel a buscarme para ir a una inauguración en el
Museo Figari, de Ana Lía Sandleris. Me gustó mucho la instalación con claveles
del aire. Hacía tiempo que no veía a Anabel, me encantó encontrarla. Estuvimos
haciendo proyectos interesantes.