Fui al cine con Elena y Juan y Mam. Llegamos tarde,
íbamos a ver La separación, decidimos
no entrar, y .Elena y Juan se fueron, y como daban Roma amore de Woody Allen, nosotras nos quedamos a verla. Buena dosis
de humor. Woody Allen siempre me hace reír,
pero no tanto como a unas vecinas de asiento que no paraban de
carcajear. Tuve ganas de pedirle que pararan un poco, pero logré controlar mi
lado intolerante, soporté estoicamente el escándalo, y pude abstraerme y no prestarles
atención.
Después del cine fuimos a comprar masitas y volvimos a
casa a tomar el té… a las ocho. Imposible cenar después de tarteletas de fruta, palmitas alemanas, milhojas de crema y de dulce de leche, bombas de chocolate... eso.
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