La ciudad estuvo vacía, casi sin gente en la calle. Anoche
fue la fiesta de la nostalgia, una fiesta
en la que todo el mundo –en general- toma demasiado. Así que la resaca debe haber sido grave, la
gente durmió toooodo el sábado...
Esa fiesta se viene organizando todos los años el 24 de
agosto a la noche, para sacarle el protagonismo a la declaratoria de la independencia, supongo. Total, lo de la independencia
es un bluff, de última no somos, no
fuimos, ni seremos independientes por lo menos mientras siga el mundo esclavizado
en manos del capitalismo y del imperio,
su testaferro.
Con Ju vimos una peli en el canal 5 que me encantó, mexicana,
de Carlos Enderle, Crónicas Chilangas. El
resto del día me pasé pintando.
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