Otro bajón, puse la batería de la cámara a cargar. Fuimos
a almorzar con mi madre, Jota, Ele, Valen, Ju y Sofi. Me olvidé de agarrar la
cámara, la había dejado en el estudio mientras se cargaba la batería. La dejé
allí para no llevar la cámara sin colocarle antes la batería. Lástima.
Primero fuimos
al restaurante del Nautilus y nos atendieron horrible. Teníamos reservada una
mesa para 8 y nos dieron una mesa que obstruía la pasada de clientes y de mozos
a las mesas de la terraza. O sea, que para que no se interrumpiera el
funcionamiento, había que levantarse a cada minuto, cuando la gente o los mozos
querían o necesitaban pasar. Y encima, los mozos y las mozas tenían terrible
mala onda, como si nosotros –que habíamos ido a almorzar- fuéramos los
responsables del problema de funcionamiento del restaurante. Después nos
enteramos que habían puesto más mesas de las autorizadas. Obvio que nos fuimos
a otro lugar, a “El viejo y el mar”, donde comimos super y nos trataron bárbaro.
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